Los estudios y trabajos para formalizar el sector inmobiliario y de alquiler en el país, comenzaron a toda máquina y se espera para finales de este año, que queden listos los primeros borradores de un potencial proyecto de ley para su regulación.
Lo anterior comenzó a tomar forma hace unos días, con el inicio de tareas de las mesas de trabajo de la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas), que agrupa a veinte de estas entidades en el país que, a su vez, reúnen a más de 1.500 empresas.
Las acciones tienen como objetivo disminuir las cifras de informalidad laboral en este sector de la economía, que entre diciembre y febrero pasados llegaron a 31,3 por ciento, según el reciente informe de mercado laboral del Dane.
Aunque este dato muestra una leve caída frente al periodo precedente –cuando fue de 31,5 por ciento–, hay una tendencia que se mantiene: una de cada tres personas que laboran en el sector lo hace de manera informal, situación que tiene en alerta al gremio.
Fedelonjas anunció que, con el inicio de estas reuniones, comenzó la consolidación del Plan de Mejora de Productividad Colombia 2020, presentando hace casi un mes en la asamblea general de la organización.
Comité y lineamientos
Para ello se está creando el comité que fijará los parámetros del sector inmobiliario y cómo será la estructuración, además de las barreras que se pondrán a los afiliados. Es un trabajo que busca cumplir con el objetivo de subir el nivel y la calidad de los servicios.
Aunque por ahora se trata de una hoja de ruta para comenzar la formalización del sector, no se descarta la presentación de un proyecto de ley –en un futuro– que regule las tareas inmobiliarias, tal y como sucedió con el Autorregulador Nacional de Avaluadores (ANA), que hasta el próximo año recibirá a quienes ejercen el oficio y que quieran formalizarse.
Según el gremio, se trabajará en la capacitación laboral a través de cursos certificados, que tengan instructores calificados para estos temas. Además de esto, se impulsará a las lonjas regionales para que sigan dictando los cursos o empiecen a hacerlo; la idea es que lo notifiquen a Fedelonjas, de modo que haya una calificación y se valide.
El plan no termina allí y también incluye el desarrollo normativo de la actividad inmobiliaria y de alquiler, el desarrollo de programas académicos que muestran cuáles son las mejores prácticas para realizar negocios con inmuebles y la edición de un código de conducta de los agentes inmobiliarios.
La cuestión no es menor, si se tiene en cuenta que, anualmente, en este mercado se realizan unas 800.000 transacciones de compra-venta, con lo cual los riesgos que se corren a diario son muy altos. Por eso, el objetivo es instaurar una cultura general para que las personas contraten a personal calificado que les maneje bien su patrimonio.
Avaluadores, en marcha
En este mismo sentido viene trabajando el ANA, entidad que ya ha recibido más de 350 avaluadores del país bajo su amparo (de un cálculo total de 1.500 personas) a través del Registro Abierto de Avaluadores.
De esta manera se está logrando una de las metas trazadas por los representantes del mercado inmobiliario: formalizarlos.
Alexandra Suárez, directora ejecutiva del ANA, aseguró que el trabajo de autorregulación se está “realizando en todo el territorio nacional y con unos parámetros estrictos, con el fin de que no cualquiera lleve a cabo el oficio de avalúos”.
Así las cosas, estos profesionales tienen hasta finales de abril del próximo año para formalizar sus conocimientos en el Registro. “Con esta labor daremos un paso más en la tarea de formalizar a todo el sector inmobiliario”, reiteró Suárez.
Fuente: MetroCuadrado