Tener en cuenta el historial crediticio del arrendatario interesado y hacer caso de los instintos pueden evitar problemas en el futuro.
Para un propietario, el arrendamiento de su vivienda a la persona equivocada podría terminar en daños en el inmueble, retrasos en los pagos e incluso, en acciones legales.
Por eso, el consejo es tomar el tiempo necesario para buscar el inquilino idóneo desde el principio; así, los propietarios pueden minimizar los riesgos y evitar cualquier sobrecosto.
Con esta premisa, Luis Fernando Arrázola, gerente del portal inmobiliario Lamudi en Colombia, ofrece algunas recomendaciones.
Los candidatos. Si la propiedad es administrada sin que medie un agente de bienes raíces, la química que el arrendador tenga con los inquilinos será determinante.
Si el tiempo lo permite, es mejor que este programe reuniones cara a cara con los candidatos. Si vive fuera de la ciudad, se recomienda una llamada telefónica como alternativa. Pasar tiempo en este paso que es crucial podría ahorrar muchos problemas durante el arrendamiento.
La documentación. Se aconseja exigir ciertos documentos a los solicitantes y ser minucioso en su verificación, entre ellos, una copia del documento de identidad o del pasaporte, y pruebas de ingresos (extractos bancarios). También es importante un certificado laboral y los recibos de pago de la nómina.
Con el fin de garantizar que el inquilino pueda pagar el arriendo mensual, el alquiler no debe ser más de una tercera parte de su ingreso mensual total.
Para tener mayor seguridad, los propietarios pueden exigir referencias comerciales a los arrendadores de inmuebles que el interesado alquiló previamente.
También se recomienda pedir al prospecto de cliente referencias personales.
Historial crediticio. Un componente importante en el proceso de selección es verificar el historial de crédito del posible inquilino. Esto permitirá conocer si el potencial arrendatario tiene alguna deuda pendiente y cuál es su historial de cumplimiento.
Señales de advertencia. Al revisar una solicitud, hay que evaluar de cerca la historia de alquiler del interesado. ¿Se ha movido mucho o tiende a permanecer en una propiedad por un tiempo más extenso?
La mayoría de los propietarios estarán buscando un inquilino estable y dispuesto a permanecer por un periodo más largo.
Un historial de arriendo irregular con frecuentes mudanzas podría ser una señal de que ha habido problemas entre la persona y sus propietarios anteriores.
Atender los instintos. Imagínese que toda la información y documentación que el inquilino ha proporcionado está correcta y acorde a lo requerido, y ya está todo listo. Sin embargo, hay algo que impide concretar el negocio.
Lamudi aconseja tener en cuenta esas corazonadas y confiar en los instintos antes de tomar una decisión final.
Es mejor tomar la póliza inmobiliaria
Lamudi aconseja tomar una póliza inmobiliaria. A quien arrienda, esta le permitirá seguir recibiendo el canon y cubrir otros rubros, en caso de incumplimiento o mora.
Fuente: Sección Vivienda EL TIEMPO