Cuando la carga de trabajo es muy grande, la línea que separa el tiempo libre de la jornada laboral puede desaparecer. Es importante aprender a diferenciar y organizar el tiempo para ser consciente del descanso propio y el de los colaboradores.
En 1995 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó una resolución en donde expresa que el trabajo debe respetar la vida personal y la salud de los colaboradores y, además, darles tiempo libre para el descanso, ocio, desarrollo personal y servir a la sociedad.
Son muchas las personas, entre líderes y colaboradores, que llegan antes a la oficina y permanecen allí varias horas después de finalizada la jornada laboral; incluso algunos optan por llevar su deberes laborales para realizarlos desde el hogar; eso altera el sistema inmunológico desencadenando problemas que van desde agotamiento, fatiga, falta de energía, hasta problemas de colon irritable, migraña crónica y problemas musculares.
Según la psicología Natalia Moncada Bayona, el exceso de trabajo y no tener el tiempo necesario para el descanso genera efectos perjudiciales para la salud y las relaciones familiares, es importante diferenciar cada espacio, encontrar los lugares propios para las actividades laborales y los espacios para el descanso y la relajación. Llevar el trabajo para la casa hace que el hogar sea un lugar de estrés, que se relaciona psicológicamente con cansancio, tareas pendientes y falta de tiempo.
La clave, según los expertos en psicología laboral, está en encontrar un equilibrio basado en organización; de esta forma será posible disfrutar del tiempo libre sin incumplir con las obligaciones laborales. Realizar cronogramas de trabajo, realizar horarios específicos para realizar cada una de las tareas y entregar a cada colaborador una carga de trabajo que sea posible cumplir, serán las claves del éxito.
Las principales recomendaciones para respetar y diferenciar el tiempo de trabajo de la jornada laboral son:
- No llevar el trabajo pendiente para la casa.
- Tener una planeación estratégica siempre dentro del horario laboral.
- Asignar funciones a los colaboradores con tiempos de entrega que sean posibles de cumplir.
- Crear estrategias para optimizar el tiempo.
- Apoyarse en herramientas tecnológicas que agilicen el trabajo operativo.
Fuente: Capital Humano