Experto en arquitectura explica los beneficios que tienen este tipo de construcciones.
Donde haya demanda, los grandes edificios pueden ser una alternativa. Sin embargo, no son para todos, pues hay casos en los que resultan más caros de desarrollar y mantener.
Así lo advierte Alain Bertaud, arquitecto de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París y quien, de todas formas, considera que “cuando el precio del terreno urbano es más caro que el de la obra, la ejecución de grandes edificaciones tiene sentido”.
Bertaud, quien actualmente es líder de diseño del Urbanization Project de la Universidad de Nueva York, está en Cartagena, donde participará en el congreso anual de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), que se inaugura este miércoles.
Según el arquitecto, los economistas dirían que es necesario sustituir el capital (pisos de concreto) por tierra. Sin embargo, anota, a menudo las leyes que reglamentan las alturas o el área del suelo son arbitrarias e incoherentes económicamente.
“No importa que el valor del terreno sea caro, debería permitirse construir más alto”, dice Bertaud, quien asegura que estas restricciones y las de carácter regulatorio de extensión espacial en algunas ocasiones afectan a la ciudad.
No en estratos bajos
En este entorno, explica que algo que se debe tener en cuenta es que los edificios de muchos pisos no son apropiados para hogares de bajos ingresos, por su elevado costo de mantenimiento. A esto le suma el hecho de que no permite unir bajo el mismo techo a la familia ni algunas actividades comerciales de manufactura, algo que edificios de dos o máximo tres pisos sí permiten en los estratos bajos.
“El uso del terreno en estos asentamientos horizontales puede ser más compacto, con calles pequeñas, o incluso con acceso a lotes por medio de pasos peatonales”, explica el experto, quien agrega que la densidad de la población en este tipo de proyectos para comunidades de menos ingresos es, a menudo, más alta que la densidad en grandes edificios de segmentos pudientes, debido al bajo consumo de terreno de los primeros y al mayor de los segundos”.
Para Bertaud, si la población rica demanda edificios altos, los planeadores no deberían tener un problema.
“Ellos deberían acomodarlos fácilmente. De hecho, es una gran ventaja para la ciudad, ya que la gente de mayores ingresos consume mucho piso en muy poco terreno”.
Con las oficinas pasa lo mismo. Algunos objetan que el auge de las construcciones de muchos pisos aumentan la densidad, y por esta razón se requiere incrementar la capacidad de la infraestructura existente.
Sin embargo, el arquitecto europeo asegura que hacerlo en un área densa demanda menos recursos; caso contrario es el del precio del terreno que se desperdicia cuando los edificios son bajos o tienen un escaso número de pisos, y el área del terreno es cara”, anota.
Fuente: El Tiempo